PEACE&LOVE

¿Qué es un esguince de tobillo?

Llamamos esguince de tobillo a una lesión en la que el tobillo se tuerce hacia dentro, hacia fuera o en una posición extraña, que provoca un sobre estiramiento de las estructuras que dan estabilidad a la articulación del tobillo, como son los ligamentos.  Según sea el mecanismo lesional, los ligamentos pueden sufrir solo un sobre estiramiento, puede romperse alguna fibra o pueden romperse por completo.

¿Qué debemos de hacer cuando tenemos una lesión aguda? ¿Cómo debemos actuar ante un esguince de tobillo?

Seguramente hayas oído hablar de protocolos de tratamiento para los esguinces como son ICE, PRICE, POLICE… Cada uno de ellos es una evolución del anterior, pero ¿a qué hacen referencia estos acrónimos?

ICE: Ice (hielo), compresión y elevación. PRICE: protección, reposo, ice (hielo), compresión y elevación. La evolución de los protocolos llevó al acrónimo POLICE:  protección, óptima carga, hielo, compresión y elevación.  En este último protocolo empezaba a darse importancia a disminuir los tiempos de reposo (o reposo relativo) y se introducía el concepto de manejar una carga óptima (la cantidad de peso puede soportar nuestro tobillo según el grado de lesión) en el proceso de recuperación de los tejidos.

Pero todos estos protocolos han quedado obsoletos con los nuevos estudios científicos y en 2020 salió a la luz un nuevo acrónimo: PEACE & LOVE por Blaise Dubois y Jean-François Esculier en la Revista Británica de Medicina Deportiva   https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31377722/.

¿Qué podemos destacar de este nuevo protocolo de tratamiento?

*Por un lado, que ya no sólo se tienen en cuenta las primeras 48-72 tras la lesión, sino todo el proceso de rehabilitación de los tejidos hasta la vuelta a la actividad.

* Presenta las etapas en su orden de aplicación.

* Se le da importancia al factor psicológico y cómo éste influye en nuestra recuperación

* Lo más llamativo sería que en la palabra PEACE, se elimina el uso del hielo (eliminando la letra “I”; ice) y aconseja evitar el uso de antiinflamatorios (introduciendo la letra “A”; avoid anti-inflammatories).

¿No hay que tomar antinflamatorios, entonces qué pasa con la inflamación?  

La inflamación es un proceso natural del cuerpo humano para proteger, vascularizar la zona y de esa manera favorecer la regeneración y cicatrización de los tejidos. El uso de antiinflamatorios bloquea este proceso natural. Por lo que no deberíamos tomarlos a excepción de que se produjera una inflamación descontrolada, prolongada en el tiempo o con un dolor añadido muy desproporcionado.

Pero vamos a profundizar en qué consiste el protocolo, analizando cada una de sus letras de forma individualizada.

Las letras que componen la palabra PEACE son las recomendaciones que debemos seguir en las 48-72 h posteriores tras la lesión.

Protección del tejido lesionado, reduciendo nuestra actividad y sobre todo, aquellas acciones que provoquen dolor.

Elevación siempre que se pueda de la zona afectada por encima del nivel del corazón, para que se favorezca el retorno venoso y linfático.

Antinflamatorios. Evitar su uso como ya hemos comentado anteriormente, para no entorpecer el proceso natural de regeneración de tejidos.

Compresión. El uso de vendajes compresivos junto a la elevación, minimizan el riesgo de acumulación de líquido en la zona afectada.

Educación. Guiarnos por un profesional sanitario y sus recomendaciones para favorecer una pronta recuperación minimizando posibles secuelas.

Las letras que componen la palabra LOVE, hacen referencia a la recuperación del tejido hasta su vuelta a la actividad y/o incluso competición deportiva.

Load (carga, en inglés) La carga progresiva es lo mejor para restaurar la fuerza y la función del tejido lesionado. Lo difícil es encontrar el equilibrio adecuado de carga/descarga durante la cicatrización de los tejidos, por eso en este punto es tan importante estar bien asesorado por un profesional.

Optimismo. Una actitud positiva frente a una lesión nos ayudará en nuestra recuperación. Sabemos que nuestro cuerpo y mente están muy relacionados, así un buen estado de ánimo implica una actitud de superación, influye en la percepción de dolor y mejorará considerablemente el proceso de recuperación.

Vascularización. La movilización de estructuras próximas a la lesión y evitar el reposo favorece una buena vascularización e irrigación del tejido lesionado.

Ejercicio. Nuevamente, vuelve a ser clave el asesoramiento por parte de un profesional que adapte nuestros ejercicios al proceso de cicatrización en que nos encontremos para ganar movilidad, fuerza y propiocepción del tejido.

 Así pues, ¡¡¡tu próxima lesión, trátala con mucho PEACE & LOVE!!!